jueves, 11 de agosto de 2011

Reflexiones desde el margen # 21

La tecla

Veo seres dorados, de alas blancas, creados por artesana mano divina, uno a uno. Todos distintos, todos iguales, todos hechos del fuego que late en el corazón de galaxias lejanas preñadas de estrellas, todos de naturaleza aérea, de caminos anchos e infinitos...
… y todos a ras de tierra, con las alas plegadas, el fulgor de la piel apagado, apiñados, sin conciencia del otro, sordos, sin saber qué es aquello que son, viviendo pequeñitas vidas como cabeza de alfiler.
¿Cómo despertarlos, cómo elevar la voz, cómo atronar la Tierra para que alzen la mirada, para que caiga el velo de los ojos?
No existe tecla alguna que pulsar para producir el despertar... quizá tan sólo quede... amarlos.

Amemos, mientras observamos el vuelo de las hojas otoñales.

5 comentarios:

  1. Por estos lares solemos decir: “El que se va sin que lo echen, vuelven sin que lo llamen”, por eso estoy aquí y me complace. La vida suele ser una nave que da barquinazos con el embate de las olas, y ante esto, es mejor asirse para no caer por la borda. Es en ese menester en el que me han encontrado los últimos tiempos, amarrada al timón de circunstancias. Pero, como siempre, todo queda en la anécdota.

    Esos “ángeles sin alas”, es así como me gusta llamarlos desde la metáfora del poeta, siguen brillando por dentro a pesar de su aparente opacidad exterior. No todos, lo admito, hay algunos que se han convertido en sombras a través de sus actos, para ellos, la redención es una utopía sin fundamento. Pero volvamos a los otros, a los que tienen cubierto sus rostros con el velo de Maya, los que a pesar de ver “a medias”, o no ver por ignorancia, viven en la gracia del espontáneo y transparente transcurrir cotidiano, y es esa transparencia la que muestra los verdaderos sentimientos, la misma que nos hace intuir que por dentro, la luz sigue incólume. No hace falta que pulsemos la tecla, sino que abramos los corazones para amarlos, ellos despertarán por sí mismos a través de la magia de ese sentimiento puro y primigenio. El amor hace maravillas.

    Un beso grande, José Miguel. Siempre es un placer compartir miradas con vos.

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  2. Hola, amiga Liliana.
    Si, el amor hace maravillas. Es una fuerza de la naturaleza que transforma y transfigura. El verdadero, a mi opinion, nace tras un proceso de cambios (en los que la emergencia de cierta lucidez "mistica" tiene vital importancia) que llevan a un "punto de no retorno", tras el cual el amor nace y se hace presente, imparable, como una erupcion volcanica regeneradora de vida.
    Es lo que hace que amemos a aquel que, siendo hermosa aguila, se crea roedor.

    Estoy seguro que ninguna tempestad hara sucumbir tu nave; tiene buena capitana al mando.

    Disculpa la ausencia de acentos. Debe estar acatarrado mi ordenador.

    Un fuerte abrazo

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  3. Mi mente ya apenas se estabiliza, pero dentro de mi corazón están todos mis amigo (y los otros también). Bueno. Un abrazo muy fuerte

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  5. Apiñados sin conciencia del otro....tocar sin sentir, mirar sin ver....querer volar hacía el otro lugar... cruzar orillas si conocer la que pisamos.

    Beosos y amor
    je

    21 de ene

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